Hace un tiempo me sorprendió un comentario de un seguidor (o quizá ya exseguidor) en Facebook que decía que me tenía por un artista serio y de letras profundas. Quizá sólo hubiera escuchado el 5% de mis canciones y hubiera seleccionado la parte de mí que más le interesaba, pero nada más alejado de la realidad. El que me conoce sabe que me cuesta horrores mantenerme serio más de cinco minutos, y el concepto de "letra profunda" es un concepto que siempre he asociado a la literatura barata. Además, en los últimos tiempos he sufrido una agradable regresión: parece ser que ya (por fin) ha acabado mi adolescencia, y en vez de evolucionar hacia una etapa adulta, he vuelto a la niñez. Estoy menos cabreado con todo, menos tenso y más feliz. Por ese motivo paso todo el día cantando letras inventadas de contenido surrealista, haciendo el tonto y sonriendo. Sonriendo mucho. Así que un día pensé: "¿qué tal si estas tonterías que hago a diario las grabo y las subo a Youtube?". Total, no me suponía escribir ningún guión, no era más que grabar la mamarrachada de la semana; no me iba a llevar más de 15 minutos y así comparto con todos lo serio y profundo que soy.
Así comenzó "Magia Musical" y aquí os dejo algunos de los capítulos. Lo siento mucho por aquel seguidor y por otros que tuve y que se quedaron (de todas mis 45 canciones repartidas en 3 discos) con las 4 o 5 que le interesaban. Lo siento, de veras. Pero realmente yo soy como el de los vídeos.