Jean Ferreau fue un compositor francés que tuvo su máximo esplendor en los años 30 cuando creó varias piezas que fueron sonados éxitos en los cabarets galos. Su composición más conocida, “Swing de le parisienne”, era tan celebrada que los números que la hacían sonar acostumbraban a acabar con multitudes enfervorecidas, alcohol desparramado por el suelo, agresivas trifulcas e incluso cuentan que alguna orgía. Debido a los efectos que tal pieza producía en los clientes de aquellos tugurios, se decretó una orden para prohibir la ejecución del “Swing de le parisienne” en lugares públicos. La canción nunca fue registrada y quedó postergada y apenas arrinconada en el imaginario de unos pocos hasta que finalmente fue olvidada. Ferreau, en su lecho de muerte, decrépito y arruinado, recordó su mayor creación y la plasmó en un pentagrama acompañado de una enigmática nota: “Para mis queridos y distinguidos Sr. Z y Dj K. No abrir hasta 2020”.
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